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La nueva normalidad
Cada vez que se producía algún cataclismo extraordinario, su víctima intentaba volver a la vida que había perdido. Ya no será posible.

De "La Nueva Normalidad", artículo de Martín Caparrós saco lo siguiente:

  • Uno se vuelve conservador con los años porque es un acto de sobreviviencia; conservarse a uno mismo, diciéndose cosas como “en mis tiempos…”. El conservador es un cuerpo lleno de nostalgia, de “frustración del futuro” (García Marquez) por el inevitable cambio que hace que lo que conocíamos se escurra entre nuestras arrugas. Las tradiciones son las anclas que ponemos para recordarnos a nosotros mismos.

  • Las normalidades se construyen tradicionalmente en años, en siglos: “Ahora es normal que las mujeres voten; hace cien años era anormal, y se fue “normalizando” a golpes durante todo el siglo XX, por ejemplo”. Ahora nos imponen una nueva normalidad en tres meses. Cuando le preguntaron a Leila Guerriera porque escribe tan bonito ella dijo algo parecido a “porque no me doy cuenta, es normal para mi” y después explicó que al ser humano le puede tomar una vida llegar a la normalidad, al sentido común. Leer esto de Guerriera es como leer historia ahora.

  • Los gobiernos están hinchados de poder. Dictan que no se sale y no se sale. Dicen que es por nuestro bien y les creemos, desde el miedo. Gobernar zarandeando las riendas  del temor es lo más eficiente decía Maquiavelo y tenia razón. Evo Morales debe sentir su síndrome de abstinencia al poder como cuando los dedos se tropiezan con la pata de la cama; viendo como un gobierno que tenía una intención de voto digna de llanto eterno ahora tiene un poder sobrenatural.

  • La obesidad del poder de los gobiernos traerá facturas cuando esto pase. La forma de pagar las facturas dictará la gobernabilidad de los próximos años.- El escrutinio interpersonal será brutal. Será como tener a Cafú respirándote en la nuca cuando intentas desbordar por la punta derecha,  izquierda o centro izquierda. Cabezas gritonas desde los balcones descolgaran sus alaridos porque no se recoge la caca de los perros, porque no se usa barbijo, porque algunos se besan en público.

  • La muerte es el meme del ataúd. La muerte fue un tabú. La muerte se esconde, se entierra, se recuerda. Ahora la muerte se vive, se respira. Un paso en falso y escuchas la canción y te ves meciéndote dentro del ataúd y siendo visto por millones en YouTube, riéndose de una nueva variación del meme del momento.

  • Se ha cristalizado la desigualdad. No son números ni estadísticas. Es el vecino que no tiene renta, el amigo del amigo, el primo que no tiene un ingreso fijo. - Las pantallas son todo. Calculadoras, fiestas de cumpleaños, bares, moteles. Todo. La tiranía de las pantallas.

  • La individualización fisura lo colectivo como mecanismo de defensa. ¿Cómo pelean los trabajadores sin sindicato? ¿Arman una marcha en zoom?

  • Las rostros desaparecerán en público. Los rostros desnudos serán privados. Quizás así crezcan mis acciones, podré ocultar mi fealdad detrás del barbijo.

  • El gusto de ser parte de la muchedumbre está en suspenso o herido de muerte. Saltar en una barra brava, corear junto con otros miles en un concierto, abrazarse con un desconocido cuando se acaricia la esperanza de un país.